Mejores prácticas de almacenamiento en el frigorífico: cómo evitar el desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos es una preocupación creciente en toda Europa, con hogares que desechan toneladas de comida comestible cada año. Una de las estrategias clave para combatir este problema comienza en tu cocina: con tu frigorífico. Almacenar los alimentos correctamente no solo los mantiene frescos por más tiempo, sino que también ayuda a reducir el desperdicio innecesario, ahorrar dinero y fomentar un estilo de vida más sostenible.
1. Comprende las zonas del frigorífico
La mayoría de los frigoríficos modernos tienen zonas de temperatura específicas ideales para distintos tipos de alimentos. Aquí te explicamos cómo sacarles el máximo provecho:
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Estantes superiores: ideales para alimentos listos para consumir, como sobras, bebidas o aperitivos.
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Estantes centrales: perfectos para productos lácteos como leche, queso y yogur.
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Estante inferior: la parte más fría del frigorífico, ideal para carne o pescado crudo (siempre en recipientes sellados).
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Cajones para frutas y verduras: diseñados para mantener la humedad adecuada para estos productos. Usa uno para frutas y otro para verduras, si es posible.
Al almacenar los alimentos en la zona correcta, se conservan frescos durante más tiempo y se reduce el deterioro.
2. Conoce la temperatura ideal
La temperatura óptima para la mayoría de los frigoríficos es entre 1 °C y 4 °C. Si es más cálida, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente; si es demasiado fría, algunos alimentos pueden congelarse. Muchos frigoríficos de gas como el SMAD Gas Fridge mantienen una temperatura interna constante, incluso en entornos sin conexión eléctrica o con cambios de temperatura, lo que los hace ideales para un uso prolongado.
3. Usa recipientes herméticos
Guardar los alimentos en recipientes herméticos evita la contaminación cruzada y retrasa su deterioro. Los recipientes transparentes permiten ver fácilmente lo que hay dentro, para que nada se olvide en el fondo del frigorífico.
4. Etiqueta y rota
Etiqueta siempre las sobras y los productos con la fecha en que los guardaste. Sigue la regla del FIFO (primero en entrar, primero en salir): consume primero los productos más antiguos. Este pequeño hábito ayuda a minimizar el desperdicio y garantiza que consumas los alimentos mientras aún están en buen estado.
5. No sobrecargues el frigorífico
La circulación del aire es clave para una refrigeración uniforme. Llenar demasiado el frigorífico reduce su eficiencia y puede hacer que algunos alimentos se estropeen más rápido. Deja espacio entre los productos para que el aire frío pueda circular.
6. Congela lo que no vayas a consumir a tiempo
Si ves que no vas a consumir algo a tiempo, congélalo. Congelar alarga la vida útil del pan, las sobras e incluso ciertos productos lácteos como el queso y la mantequilla. Los frigoríficos SMAD con compartimento congelador son compactos pero potentes, perfectos para hogares pequeños o estilos de vida móviles
¿Por qué elegir un frigorífico de gas SMAD?
Ya sea que vivas fuera de la red, disfrutes del estilo de vida en furgoneta o simplemente busques un frigorífico eficiente y ecológico en casa, el frigorífico de gas SMAD ofrece un rendimiento fiable con un bajo consumo energético. Su funcionamiento silencioso, control de temperatura estable y la posibilidad de funcionar sin electricidad lo convierten en la opción ideal para cabañas, caravanas o hogares comprometidos con el medioambiente. Su diseño interior inteligente también favorece una organización y almacenamiento óptimos.
Conclusión
Reducir el desperdicio de alimentos no requiere cambios drásticos: comienza con pasos simples como un almacenamiento inteligente y un buen mantenimiento del frigorífico. Al comprender cómo usar mejor tu frigorífico y tomar decisiones intencionadas, puedes ahorrar dinero, proteger el medio ambiente y hacer que tu cocina sea más eficiente. Con un electrodoméstico de confianza como el frigorífico de gas SMAD, mantener la comida fresca nunca ha sido tan fácil.
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